Cuando lo saqué del horno, estaba hasta sobrecogida. Lo primero que pensé fue en invitar a la familia Adams a desayunar, o a Bram Stoker. No era exactamente la idea que me había hecho al ver la receta del pan de remolacha en un libro panadero maravilloso que compre en un viaje este otoño. No digo más.
He tenido hasta dudas si dejar esta entrada en estado de borrador permanente, pero no... en este diario panadero caben también las pruebas y los resultados insolitos. Y esta rico.
Las remolachas son preciosas. Eso fue lo que pensé cuando lei en el blog HECHO EN MI COCINA, que su evento mensual , HEMC#59, lo dedicaban a esta planta de color fascinante. Me acorde del libro belga, y del pan de remolacha. Y pensé en aportar la propuesta.
Hablando con un amigo, le conté que estaba probando con un pan de remolacha, que era temporada. Es verdaaaaad... me dijo, me acuerdo que cuando era niño, en el caserio plantabamos remolacha, y en enero o febrero se recogía. Mucho frio y mucho barro en las botas. Aquí no hemos podido recogerlas, las compramos en el mercado.
El color, la forma, las hojas, los contrastes de esta planta...las remolachas son increiblemente bonitas.

Ingredientes

* 375 g de harina panadera. Nosotros usamos la del amasadero. Una harina de fuerza también sería adecuada para levantar este pan con esta invitada color púrpura.
* 200 g de agua templada
* 75 g de remolacha fresca rallada ( en la original 160g)
* 11 g de aceite de oliva
* 220 g de masa madre de trigo blanca
Paso a paso
1. Se prepara la masa madre con anteriodad para que esté en buena forma, cuando vayamos a ponernos a prepar nuestro pan.
2. Echar la harina en un cuenco. Echar el agua en el mismo cuenco. Déjarlas tranquilas durante un buen rato, no menos de 20 minutos, para la autólisis, que facilitará el amasado posterior.
3. Incorporar la sal e incrústarla bien en la masa.
4. Incorporar la masa madre.
5. Amasar por el método que más os guste.
6. Incorporar la remolacha rallada en crudo



7. Dejar reposar la masa en un cuenco aceitado ( para que no se pegue) para la primera fermentación. Hasta que doble el volumen aproximadamente, entre 3 y 6 horas, dependiendo de la temperatura de tu cocina.
8. Sacar la masa con cuidado a una superficie ligeramente enharinada.
9. Dar forma al pan. Nosotros hemos hecho una hogaza.
10. Pásarlo a un banetton para la segunda fermentación, entre 3 y 6 horas, hasta que doble el volumen.
11. Precalentar el horno a 250º con la bandeja dentro, mientras sacas el pan a una tabla cubierta con papel sulfurizado.
12. Greñar el pan como más nos guste.
13. Meterlo al horno a 250º durante 15 minutos, con vapor. Al cabo de este tiempo, sacar la fuente de agua y bajar la temperatura a 220. Dejarlo otros 30 minutos hasta que se dore el pan...¿se dore el pan? Ese ha sido nuestro expediente X, a este pan lo de dorarse, le venía mal.
Que alguién me lo explique por favor. Corteza blanca, blanca, blanca, pero firme. E interiror purpura. Sobrecogedor!

Miga rica y alveolada

Imagino que tiene que ver con los azucares de la remolacha, pero no estoy segura.
Bueno, está buenísimo. Eché un vistazo al libro de Nicky Segnit, La Enciclopedia de los Sabores, un tratado maravilloso con una edición increible, sobre como combinar sabores y alimentos, hablaba de que a la remolacha, de sabor dulce y terroso, le va bien un sabor picante, como el queso de cabra.
Y así nos lo comimos, pan , queso de cabra, vino y a disfrutar. Mis hijas estaban fascinadas con el color del pan.
La verdad es que parece que hemos manipulado las fotos y las hemos pasado por un filtro aterrador, de peli de miedo.
Mr. Walsh, antiguo profesor de inglés de mis hijas y entusiasta del Borsh, sabiendo que estaba haciendo una entrada sobre la remolacha, me envío esta maravilla, una novela que empieza con un homenaje a la remolacha:
Jitterbug Perfume by Tom Robbins.
The radish, admittedly, is more feverish, but the fire of the radish is a cold fire, the fire of discontent not of passion. Tomatoes are lusty enough, yet there runs through tomatoes an undercurrent of frivolity. Beets are deadly serious.
Slavic peoples get their physical characteristics from potatoes, their smoldering inquietude from radishes, their seriousness from beets.
The beet is the melancholy vegetable, the one most willing to suffer. You can’t squeeze blood out of a turnip…
The beet is the murderer returned to the scene of the crime. The beet is what happens when the cherry finishes the carrot. The beet is the ancient ancestor of the autumn moon, bearded, buried, all but fossilized; the dark green sails of the grounded moon-boat stitched with veins of primordial’s plasma; the kite string that once connected the moon to the Earth now a muddy whisker drilling desperately for rubies"
Tom Robbins, opening of Jitterbug Perfume
Bueno que me enrollo, on egin! Muxu